Las prioridades se deben establecer con tenacidad, actitud y disposición para entrar a fondo en los detalles caóticos, analizarlos y definir cuales deben ser las prioridades y cuales serán sus consecuencias.
Las prioridades deben estar claras, ser concretas y sobre todo ser factible lograrlas.
Debemos distinguir entre : qué es importante, qué es lo urgente, qué es de largo plazo y qué no, y qué es realista y qué es visionario.
Si por querer hacerlo todo uno no elige entre ellas, nos faltará foco, tener demasiadas prioridades es igual que no tenerlas.
Las prioridades no son reales hasta que no se les aplican los recursos, uno debe estar convencido de ellas y tener disciplina para ejecutarlas.
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